viernes, 3 de julio de 2015

Concierto de Luis Cobos de 2 de julio de 2015. ¡El Caserío!

Anoche cumplí un sueño. Y casi se me escapa. Felizmente ayer al mediodía vi anunciado en televisión que la misma noche se iba a celebrar un concierto dirigido por Don Luis con la Banda Sinfónica Municipal de Madrid en el centro Cultural Conde Duque. Un concierto puramente benéfico cuya recaudación iría destinada al sector de los discapacitados.

Pues inmediatamente decidí cancelar todos los planes previstos a pesar de las cientos de alternativas culturales que hay en Madrid con un fin mayor, ver al fin al Maestro encima de un podio, en vivo y en directo. Y no me arrepentiré nunca de esta maravillosa experiencia que he vivido.

El patio de Conde Duque, al aire libre, estaba a reventar. Todas las butacas ocupadas, ¡un éxito! Y es que el público sabe bien lo que quiere.

El concierto, siempre iluminado con la radiante e inagotable sonrisa del Maestro, estaba planteado como una gira musical mundial. El Huapango, el Preludio de la Revoltosa, Alma Llanera, congas, tangos, alguna composición de Cobos (Obertura Floral y Canción de Amor), e incluso un aria de La Sonnambula (cantada por Pilar Jurado) y una canción de Queen! Un popurrí algo desconcertante pero bastante entretenido por su color y musicalidad, siempre rasgos definitorios e indisociables del mejor Cobos. ¡Hasta en la pieza de Tango nos deleitó con una interpretación propia de la parte de saxofón!


Su modo de dirigir firme, elegante, calculado, como un robot infalible a veces, aliñado con sus movimientos de agitación melenudos, le aportaron un entusiasmo contagioso, triunfal, que alegra a cualquiera que tenga algo de sentido común. Sus seguidores estaban pasándolo en grande, interrumpiendo con aplausos cada intervención del Maestro cuando se disponía a comentar cualquier cosa, en ocasiones levantados y braveando a los músicos cuando su desempeño lo exigía.

Concretamente, en el Preludio de la Revoltosa, las cabezas se balanceaban ante el compás terciario marcado por las cuerdas, que te transportaban a un paseo por los soleados campos de Castilla. Antológico.

Salvo algún agudo chillado de Pilar Jurado en La Sonnambula de Bellini, el concierto fue un éxito.
Espero volver a coincidir con él, y ya por pedir quisiera escuchar esos pasodobles con ritmo de aerobic que lamentablemente no aparecieron.

Anécdota: un señor entre el público exclamó mientras Cobos hablaba en una ocasión "dónde están los manchegos buenos", y el Maestro respondió con otra sabia pregunta: "a ver, ¿dónde?", ganándose irremediablemente a la audiencia cuando algunos manchegos levantaron sus manos.


Edito por la imperiosa exigencia de algunos de mis incondicionales fósforos, que no pueden esperar más al comentario "quesero". Pues si bien es cierto que hace ya mucho mucho tiempo que no lo cato, hoy toca hablar de El Caserío. La historia de cómo nació es muy chocante, y explica muy bien la incorrecta utilización de un producto como es el queso de Mahón, hoy con merecida fama internacional.

El señor fundador decidió informarse un poco en Francia, precisamente bebiendo de quien será su competencia más agresiva, la francesa Vaca que se ríe mucho (ya lo comenté en otra entrada, si no recuerdo mal, pero me da pereza mirarlo).

A todo esto, con la lección aprendida, Pedro vuelve a Mahón y se pone como loco a fundir queso. Con un método artesanal puede resultar apetecible...pero con todo lo que le echan ahora, el queso queda reducido a la insignificancia. Porque ni sabe a queso ni sabe a na. Cada uno es libre de probarlo, como digo siempre, pero no vengáis a contarme patrañas de que no es queso o que no sabe a nada. Aquí queda dicho.

http://yourspanishcorner.com/es/queso-espanol-/551-quesitos-el-caserio.html


sábado, 17 de mayo de 2014

Pasodobles al estilo Cobos. Sabor español por los cuatro costados.

Sí, se retoma esta maravillosa idea de blog, aprovechando que las ciencias adelantan que es una barbaridad, como dice Don Hilarión aquí, debido a las incontables muestras de entusiasmo de nuestros fieles seguidores por todos los confines de la tierra.

La primera entrada la dediqué a alguna experiencia que tuvo el Maestro con la zarzuela. Sin movernos de nuestra querido patrimonio nacional, nos metemos de lleno en los pasodobles, centrándonos en el tan popular LP "Sol y sombra". Título ingenioso, y portada aún más, y si no, pasen y vean. En este caso no sale Cobos en persona. He investigado sobre el asunto, incluso ha conseguido desvelarme, pero no he encontrado respuesta.

El LP, ya disponible en formato CD porque hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, cuenta con 6 pistas (no de aterrizaje sino que se les llama así, vaya usté a saber por qué). La mitad de ellas son dedicadas al pasodoble mientras que el resto se centran en pasacalles, marchas, habaneras...Personalmente, escucho con mayor frecuencia los pasodobles porque el ritmo me resulta más atractivo y el Maestro Cobos les insufla una energía inédita, antídoto contra la prisa. Probad si no os lo creéis: en un trayecto que hagáis a pie con frecuencia, recorredlo con los pasodobles de Cobos la próxima vez y comprobaréis que habréis llegado unos minutos antes de lo habitual sin enteraros, condición sinequanon es seguir el ritmo propuesto.




Os enlazo la 4, que creo que para un primer acercamiento es suficiente, tampoco quiero que os agobiéis, que a Cobos hay que saborearlo. No obstante, es curioso conocer cómo arregla el resto de pasodobles. Tengo el CD en casa, si alguien le hace ilusión que se lo grabe que lo diga.


Aquí en esta selección 4 el Maestro no se corta un pelo (no se corta muchos tampoco en el sentido literal) en incluir canciones locales de Valencia y también de las Canarias, así que tengo la excusa de dedicar esta entrada a nuestro amigo Hervé, que a buen seguro nos leerá. Quiero que te pongas la mantilla verde, quiero que te pongas la mantilla azul...Él ya me entiende.

En cuanto a los quesitos, la semana pasada tuve un debate con mi bisabuela en torno a este tema, porque ella dice que todo lo acompaña con un quesito, y claro, ya me encargué de dar mis argumentos al respecto pero si ella los disfruta yo encantado.

En su casa suelen tener "La vaca que ríe", marca francesa que según mi amigo Javier tiene más calidad que Hacendado, que es la que él suele consumir aunque según me cuenta, cada vez con menor frecuencia. En una ocasión, hace unos meses, Javier y yo hicimos una breve (pero suficiente) cata de quesitos de esta prestigiosa marca pero me temo que el Camembert fue el protagonista. Realmente, nunca entendí por qué y de qué se ríe la vaca. ¿Alguien lo sabe?


miércoles, 1 de enero de 2014

Chispeante zarzuela con quesitos de ¡Hacendado!

Es bien conocida la especial afinidad del Maestro Cobos por la zarzuela, erróneamente llamada género chico. Y digo erróneamente porque, para el que no esté muy informado del asunto, el género chico es un subgénero de la zarzuela, que comprende aquellas compuestas en un acto para su rápida ejecución en los teatros preferentemente madrileños de finales del XIX. Que Adrián me extienda (y corrija) la información si lo considera oportuno.

La labor de Luis es, como comentaba en la primera entrada, transformar determinados estilos musicales y brindarnos lo que él, tras concienzudos y arduos estudios, desde un prisma objetivo, entiende que es lo mejor. Se puede decir, a grandes rasgos, que nos facilita un claro esquema con los puntos clave de la lección, para que aquel aficionado que no cuente con más tiempo libre tenga la posibilidad de escucharse unas cuantas óperas, o zarzuelas, o pasodobles, o música popular mexicana, etc., en unos 10 minutos y adquiera una idea general del asunto con la que, si se muestra convencido, profundizará más adelante.

En este agradecido vídeo podemos encontrar una selección magníficamente empastada y conectada de algunos fragmentos que parece que se encuentran entre la flor y nata de la zarzuela. Componen la selección minutos o segundos, de "Las Leandras", "La boda de Luis Alonso", "La Parranda", "El Bateo" entre otras, porque no consigo identificarlas todas. Cobos dirige con su habitual brillantez y gracia, sacando oro de la orquesta, con ritmos nerviosos y festivos. 



Quesito de la "marca" Hacendado. No soporto el quesito, y si me como uno es por causa de fuerza mayor. Os presento éste, que ni lo he probado ni pienso hacerlo por el momento. Si no os gusta, no soy responsable.

Luis Cobos, gran talento incomprendido de la cultura musical española.

De entre las grandes figuras de los últimos tiempos encontramos al compositor, director de orquesta y músico en el sentido más amplio del término Luis Cobos. Manchego de origen, su labor, su objetivo vital, su santo y seña en el ámbito profesional no ha sido otro que acercar determinados géneros musicales a la mayoría del público, normalmente no familiarizado con estos concretos géneros. Grabó numerosos trabajos en las últimas 3 décadas y ha sido arreglista y compositor para otros intérpretes, pero actualmente su labor creadora e interpretativa, desde lo que yo sé, no es tan prolífica como antaño.

Por ello, con la finalidad además de destacar y comentar modestamente sus más granados trabajos me ha propuesto mi amigo Javier el crear este blog como una continuidad al margen del finalizado http://verdiconqueso.blogspot.com.es/. Su sugerencia se compone al mismo tiempo de un segundo pilar: los quesitos. Tan distinto es Luis Cobos a Verdi, cada uno en su ámbito y en su contexto, como un queso de autor a un detestable y mísero quesito. En el primer caso la diferencia no tiene que perjudicar necesariamente a nuestro director, como sucede en la segunda comparación, y he ahí el desequilibrio que trataré de edulcorar, aunque no garantizo nada. Como contraprestación a mi tiempo dedicado al blog, mi amigo se ha comprometido a comentarme todas y cada una de las entradas que publique. Escrito queda.

La frecuencia será quincenal, o cada 3 semanas, por falta de tiempo. Puede llegar a fin de año o no, según diversos factores que a priori no se me ocurren para poner de excusa.

Quedáis, pues, todos invitados a leer y a comentar con cualquier tipo de crítica (ya sea negativa, positiva o agridulce), observación o sugerencia.

Empieza Cobos con quesitos.