Anoche cumplí un sueño. Y casi se me escapa. Felizmente ayer al mediodía vi anunciado en televisión que la misma noche se iba a celebrar un concierto dirigido por Don Luis con la Banda Sinfónica Municipal de Madrid en el centro Cultural Conde Duque. Un concierto puramente benéfico cuya recaudación iría destinada al sector de los discapacitados.
Pues inmediatamente decidí cancelar todos los planes previstos a pesar de las cientos de alternativas culturales que hay en Madrid con un fin mayor, ver al fin al Maestro encima de un podio, en vivo y en directo. Y no me arrepentiré nunca de esta maravillosa experiencia que he vivido.
El patio de Conde Duque, al aire libre, estaba a reventar. Todas las butacas ocupadas, ¡un éxito! Y es que el público sabe bien lo que quiere.
El concierto, siempre iluminado con la radiante e inagotable sonrisa del Maestro, estaba planteado como una gira musical mundial. El Huapango, el Preludio de la Revoltosa, Alma Llanera, congas, tangos, alguna composición de Cobos (Obertura Floral y Canción de Amor), e incluso un aria de La Sonnambula (cantada por Pilar Jurado) y una canción de Queen! Un popurrí algo desconcertante pero bastante entretenido por su color y musicalidad, siempre rasgos definitorios e indisociables del mejor Cobos. ¡Hasta en la pieza de Tango nos deleitó con una interpretación propia de la parte de saxofón!
Su modo de dirigir firme, elegante, calculado, como un robot infalible a veces, aliñado con sus movimientos de agitación melenudos, le aportaron un entusiasmo contagioso, triunfal, que alegra a cualquiera que tenga algo de sentido común. Sus seguidores estaban pasándolo en grande, interrumpiendo con aplausos cada intervención del Maestro cuando se disponía a comentar cualquier cosa, en ocasiones levantados y braveando a los músicos cuando su desempeño lo exigía.
Concretamente, en el Preludio de la Revoltosa, las cabezas se balanceaban ante el compás terciario marcado por las cuerdas, que te transportaban a un paseo por los soleados campos de Castilla. Antológico.
Salvo algún agudo chillado de Pilar Jurado en La Sonnambula de Bellini, el concierto fue un éxito.
Espero volver a coincidir con él, y ya por pedir quisiera escuchar esos pasodobles con ritmo de aerobic que lamentablemente no aparecieron.
Anécdota: un señor entre el público exclamó mientras Cobos hablaba en una ocasión "dónde están los manchegos buenos", y el Maestro respondió con otra sabia pregunta: "a ver, ¿dónde?", ganándose irremediablemente a la audiencia cuando algunos manchegos levantaron sus manos.
Edito por la imperiosa exigencia de algunos de mis incondicionales fósforos, que no pueden esperar más al comentario "quesero". Pues si bien es cierto que hace ya mucho mucho tiempo que no lo cato, hoy toca hablar de El Caserío. La historia de cómo nació es muy chocante, y explica muy bien la incorrecta utilización de un producto como es el queso de Mahón, hoy con merecida fama internacional.
El señor fundador decidió informarse un poco en Francia, precisamente bebiendo de quien será su competencia más agresiva, la francesa Vaca que se ríe mucho (ya lo comenté en otra entrada, si no recuerdo mal, pero me da pereza mirarlo).
A todo esto, con la lección aprendida, Pedro vuelve a Mahón y se pone como loco a fundir queso. Con un método artesanal puede resultar apetecible...pero con todo lo que le echan ahora, el queso queda reducido a la insignificancia. Porque ni sabe a queso ni sabe a na. Cada uno es libre de probarlo, como digo siempre, pero no vengáis a contarme patrañas de que no es queso o que no sabe a nada. Aquí queda dicho.
http://yourspanishcorner.com/es/queso-espanol-/551-quesitos-el-caserio.html
Edito por la imperiosa exigencia de algunos de mis incondicionales fósforos, que no pueden esperar más al comentario "quesero". Pues si bien es cierto que hace ya mucho mucho tiempo que no lo cato, hoy toca hablar de El Caserío. La historia de cómo nació es muy chocante, y explica muy bien la incorrecta utilización de un producto como es el queso de Mahón, hoy con merecida fama internacional.
El señor fundador decidió informarse un poco en Francia, precisamente bebiendo de quien será su competencia más agresiva, la francesa Vaca que se ríe mucho (ya lo comenté en otra entrada, si no recuerdo mal, pero me da pereza mirarlo).
A todo esto, con la lección aprendida, Pedro vuelve a Mahón y se pone como loco a fundir queso. Con un método artesanal puede resultar apetecible...pero con todo lo que le echan ahora, el queso queda reducido a la insignificancia. Porque ni sabe a queso ni sabe a na. Cada uno es libre de probarlo, como digo siempre, pero no vengáis a contarme patrañas de que no es queso o que no sabe a nada. Aquí queda dicho.
http://yourspanishcorner.com/es/queso-espanol-/551-quesitos-el-caserio.html