sábado, 17 de mayo de 2014

Pasodobles al estilo Cobos. Sabor español por los cuatro costados.

Sí, se retoma esta maravillosa idea de blog, aprovechando que las ciencias adelantan que es una barbaridad, como dice Don Hilarión aquí, debido a las incontables muestras de entusiasmo de nuestros fieles seguidores por todos los confines de la tierra.

La primera entrada la dediqué a alguna experiencia que tuvo el Maestro con la zarzuela. Sin movernos de nuestra querido patrimonio nacional, nos metemos de lleno en los pasodobles, centrándonos en el tan popular LP "Sol y sombra". Título ingenioso, y portada aún más, y si no, pasen y vean. En este caso no sale Cobos en persona. He investigado sobre el asunto, incluso ha conseguido desvelarme, pero no he encontrado respuesta.

El LP, ya disponible en formato CD porque hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, cuenta con 6 pistas (no de aterrizaje sino que se les llama así, vaya usté a saber por qué). La mitad de ellas son dedicadas al pasodoble mientras que el resto se centran en pasacalles, marchas, habaneras...Personalmente, escucho con mayor frecuencia los pasodobles porque el ritmo me resulta más atractivo y el Maestro Cobos les insufla una energía inédita, antídoto contra la prisa. Probad si no os lo creéis: en un trayecto que hagáis a pie con frecuencia, recorredlo con los pasodobles de Cobos la próxima vez y comprobaréis que habréis llegado unos minutos antes de lo habitual sin enteraros, condición sinequanon es seguir el ritmo propuesto.




Os enlazo la 4, que creo que para un primer acercamiento es suficiente, tampoco quiero que os agobiéis, que a Cobos hay que saborearlo. No obstante, es curioso conocer cómo arregla el resto de pasodobles. Tengo el CD en casa, si alguien le hace ilusión que se lo grabe que lo diga.


Aquí en esta selección 4 el Maestro no se corta un pelo (no se corta muchos tampoco en el sentido literal) en incluir canciones locales de Valencia y también de las Canarias, así que tengo la excusa de dedicar esta entrada a nuestro amigo Hervé, que a buen seguro nos leerá. Quiero que te pongas la mantilla verde, quiero que te pongas la mantilla azul...Él ya me entiende.

En cuanto a los quesitos, la semana pasada tuve un debate con mi bisabuela en torno a este tema, porque ella dice que todo lo acompaña con un quesito, y claro, ya me encargué de dar mis argumentos al respecto pero si ella los disfruta yo encantado.

En su casa suelen tener "La vaca que ríe", marca francesa que según mi amigo Javier tiene más calidad que Hacendado, que es la que él suele consumir aunque según me cuenta, cada vez con menor frecuencia. En una ocasión, hace unos meses, Javier y yo hicimos una breve (pero suficiente) cata de quesitos de esta prestigiosa marca pero me temo que el Camembert fue el protagonista. Realmente, nunca entendí por qué y de qué se ríe la vaca. ¿Alguien lo sabe?


miércoles, 1 de enero de 2014

Chispeante zarzuela con quesitos de ¡Hacendado!

Es bien conocida la especial afinidad del Maestro Cobos por la zarzuela, erróneamente llamada género chico. Y digo erróneamente porque, para el que no esté muy informado del asunto, el género chico es un subgénero de la zarzuela, que comprende aquellas compuestas en un acto para su rápida ejecución en los teatros preferentemente madrileños de finales del XIX. Que Adrián me extienda (y corrija) la información si lo considera oportuno.

La labor de Luis es, como comentaba en la primera entrada, transformar determinados estilos musicales y brindarnos lo que él, tras concienzudos y arduos estudios, desde un prisma objetivo, entiende que es lo mejor. Se puede decir, a grandes rasgos, que nos facilita un claro esquema con los puntos clave de la lección, para que aquel aficionado que no cuente con más tiempo libre tenga la posibilidad de escucharse unas cuantas óperas, o zarzuelas, o pasodobles, o música popular mexicana, etc., en unos 10 minutos y adquiera una idea general del asunto con la que, si se muestra convencido, profundizará más adelante.

En este agradecido vídeo podemos encontrar una selección magníficamente empastada y conectada de algunos fragmentos que parece que se encuentran entre la flor y nata de la zarzuela. Componen la selección minutos o segundos, de "Las Leandras", "La boda de Luis Alonso", "La Parranda", "El Bateo" entre otras, porque no consigo identificarlas todas. Cobos dirige con su habitual brillantez y gracia, sacando oro de la orquesta, con ritmos nerviosos y festivos. 



Quesito de la "marca" Hacendado. No soporto el quesito, y si me como uno es por causa de fuerza mayor. Os presento éste, que ni lo he probado ni pienso hacerlo por el momento. Si no os gusta, no soy responsable.

Luis Cobos, gran talento incomprendido de la cultura musical española.

De entre las grandes figuras de los últimos tiempos encontramos al compositor, director de orquesta y músico en el sentido más amplio del término Luis Cobos. Manchego de origen, su labor, su objetivo vital, su santo y seña en el ámbito profesional no ha sido otro que acercar determinados géneros musicales a la mayoría del público, normalmente no familiarizado con estos concretos géneros. Grabó numerosos trabajos en las últimas 3 décadas y ha sido arreglista y compositor para otros intérpretes, pero actualmente su labor creadora e interpretativa, desde lo que yo sé, no es tan prolífica como antaño.

Por ello, con la finalidad además de destacar y comentar modestamente sus más granados trabajos me ha propuesto mi amigo Javier el crear este blog como una continuidad al margen del finalizado http://verdiconqueso.blogspot.com.es/. Su sugerencia se compone al mismo tiempo de un segundo pilar: los quesitos. Tan distinto es Luis Cobos a Verdi, cada uno en su ámbito y en su contexto, como un queso de autor a un detestable y mísero quesito. En el primer caso la diferencia no tiene que perjudicar necesariamente a nuestro director, como sucede en la segunda comparación, y he ahí el desequilibrio que trataré de edulcorar, aunque no garantizo nada. Como contraprestación a mi tiempo dedicado al blog, mi amigo se ha comprometido a comentarme todas y cada una de las entradas que publique. Escrito queda.

La frecuencia será quincenal, o cada 3 semanas, por falta de tiempo. Puede llegar a fin de año o no, según diversos factores que a priori no se me ocurren para poner de excusa.

Quedáis, pues, todos invitados a leer y a comentar con cualquier tipo de crítica (ya sea negativa, positiva o agridulce), observación o sugerencia.

Empieza Cobos con quesitos.