De entre las grandes figuras de los últimos tiempos encontramos al compositor, director de orquesta y músico en el sentido más amplio del término Luis Cobos. Manchego de origen, su labor, su objetivo vital, su santo y seña en el ámbito profesional no ha sido otro que acercar determinados géneros musicales a la mayoría del público, normalmente no familiarizado con estos concretos géneros. Grabó numerosos trabajos en las últimas 3 décadas y ha sido arreglista y compositor para otros intérpretes, pero actualmente su labor creadora e interpretativa, desde lo que yo sé, no es tan prolífica como antaño.
Por ello, con la finalidad además de destacar y comentar modestamente sus más granados trabajos me ha propuesto mi amigo Javier el crear este blog como una continuidad al margen del finalizado http://verdiconqueso.blogspot.com.es/. Su sugerencia se compone al mismo tiempo de un segundo pilar: los quesitos. Tan distinto es Luis Cobos a Verdi, cada uno en su ámbito y en su contexto, como un queso de autor a un detestable y mísero quesito. En el primer caso la diferencia no tiene que perjudicar necesariamente a nuestro director, como sucede en la segunda comparación, y he ahí el desequilibrio que trataré de edulcorar, aunque no garantizo nada. Como contraprestación a mi tiempo dedicado al blog, mi amigo se ha comprometido a comentarme todas y cada una de las entradas que publique. Escrito queda.
La frecuencia será quincenal, o cada 3 semanas, por falta de tiempo. Puede llegar a fin de año o no, según diversos factores que a priori no se me ocurren para poner de excusa.
Quedáis, pues, todos invitados a leer y a comentar con cualquier tipo de crítica (ya sea negativa, positiva o agridulce), observación o sugerencia.
Empieza Cobos con quesitos.
He aquí el culpable de este esperpéntico blog: esperpéntico no por los quesitos -ese universo del paladar desconocido para el autor del blog- sino por Luís Cobos, ese -dicen que- músico que parece una fusión de Paco Lobatón con Sergio cuando llevaba el pelo largo. Al igual que él no piensa probar ni uno de los quesitos que reseñará en este blog, yo jamás pienso escuchar ni una sola canción de este autor, excepto cuando tenga empacho de quesitos y quiera vomitar.
ResponderEliminarDicho esto, sólo desear larga vida a este blog, único e inimitable y absurdamente necesario para la vida de las personas.
Tengo una foto en la que parezco Luis Cobos en un crucero por el Mediterráneo en el que llevaba bigote, no hace falta que vayas a Paco Lobatón.
ResponderEliminarYa estás empezando con los chantajes: "si tú no esto, yo no lo otro...", como los mañacos. Los explosivos combinados de Cobos tienen una calidad probada. En cambio, los quesitos son residuos de mala leche, que a más de uno nos ponen de mala leche cuando los tomamos.